23 agosto, 2009

Menores para qué?

Ultimamente La Ley del Menor está en el centro de la discusión política. Yo no voy a entrar mucho ahí, porque tampoco la conozco muy a fondo. Pero a raíz de que esta semana ha muerto un menor en el encierro de Cabanillas, aquí en Navarra, me vuelvo a cuestionar muchas cosas. Sobre todo, lo incongruente, incoherente e hipócrita que es toda ley que tenga que ver con los menores en España.

Este niño que fue pillado por un manso, corría legalmente. Hoy es legal que un niño de 16 años corra un encierro. Por lo visto no hay ningún riesgo para su salud. Sin embargo, si ese niño quiere comprar un paquete de tabaco, una botella de cerveza, o hacerse un tatuaje, necesita la autorización de su tutor legal.

Para correr delante de un toro es responsable, sin embargo, si asesina a alguien no.
Es posible contraer matrimonio con 16 años, sin embargo, si se va de excursión con el colegio, necesita la autorización.

Por fin, parece que con la nueva Ley del Aborto no va a necesitar la autorización paterna. Cosa que me parece perfecto, ya que no todas las niñas tienen relaciones idílicas con sus padres, ni éstos son lo comprensivos que la niña desearía.

Otra cosa que me preocupa son los menores hijos de famosos. Por un lado, a veces se les tapa la cara en señal de protección, pero al mes, sus padres los utilizan para dar la vuelta al ruedo, para subirlos a un escenario, o para protagonizar una portada presentándolos. Cuando al famoso le molesta el niño ha de ser protegido, pero cuando al famoso lo interesa, entonces no. Y la de veces que son utilizados en las separaciones... ¿ningún fiscal va a actuar de oficio para protegerlos? ¿puedo yo denunciar a Borja Thyssen por la utilización que hace de su hijo para tapar agujeros o seguir llevando la vida que lleva a todo trapo? A su vez, ¿fué él utilizado por su madre para acercase a la sociedad española? Porque lo cierto es que estos niños que han estado sobre expuestos, hoy día no son sino unos caraduras, vagos, bobos e inútiles. Véase el mismo Borja o el mismo Paquirrín.

El caso es que todo lo que tiene que ver con menores en este país, no tiene ni pies ni cabeza. Que se considera que hay que protegerlos para lo que nos interesa, y para otras cosas entonces sí son mayorcitos. Curiosamente para las cosas más peligrosas o fuertes, como que sean autores de un asesinato o cualquier tipo de delito, para eso son unos niños irresponsables, sin embargo, para cosas como correr un encierro o casarse, para eso sí son responsables.

De verdad que yo no entiendo nada.
Sólo sé que una gran parte de la legislación española, me parece absurda. Tanto lo que tiene que ver con los menores, como con la violencia de género, como con los pequeños delitos, o las grandes estafas económicas o políticas. Nada se sostine.

12 agosto, 2009

Racismo en la literatura

¿Cómo es posible que una joven "negra con un pelo crespo que luce natural y corto" acabe siendo una mujer blanca de pelo liso? Con esos términos describió en su blog la escritora australiana Justine Larbalestier a Micah, la protagonista de su novela juvenil Liar. Sin embargo, la editorial Bloomsbury eligió una imagen bien distinta, racialmente, para la portada de su edición en EE UU, provocando la ira de los afroamericanos.

"Los editores son reacios a poner caras negras en sus portadas", escribía en su blog Karen Scott. Muchos escritores negros han acusado a las editoriales de "blanquear" a los protagonistas en las portadas. La propia autora se pronunció en su web: "La portada de Liar pasó por muchas versiones. Una de las primeras, que me encantaba, mostraba el título escrito con pelo humano. El departamento de ventas pensó que no vendería. Bloomsbury tiene éxito con fotos de niñas y quería algo similar. Yo me opuse y perdí". Bloomsbury ha anunciado que cambiará la portada. La nueva muestra a una joven negra con un pelo crespo.

Extraído de "El país" digital

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